miércoles, 27 de octubre de 2010

DIA DE TODOS LO SANTOS

DIA DE TODOS LO SANTOS

El Día de Todos Los Santos es una tradición cristiana instituida en honor de Todos los Santos, conocidos y desconocidos, según el papa Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles.
En los países de tradición católica, se celebra el 1 de noviembre; mientras que en la Iglesia Ortodoxa se celebra el primer domingo después de Pentecostés; aunque también la celebran las Iglesias Anglicana y Luterana. En ella se venera a todos los santos que no tienen una fiesta propia en el calendario litúrgico. Por tradición es un día festivo, no laborable.

SAN MARTIN DE PORRES

SAN MARTIN DE PORRES

San Martín de Porres Velásquez O.P. (* Lima, 9 de diciembre de 1579 – † Lima, 3 de noviembre de 1639) es un santo peruano de la orden de los dominicos. Fue el primer santo negro de América y es Patrón universal de la paz. Es conocido también como el Santo de la escoba por ser representado con una escoba en la mano como símbolo de su humildad.


DIA DE LA CANCION CRIOLLA

DIA DE LA CANCION CRIOLLA


El 31 de octubre de todos los años, desde el 18 de octubre de 1944 día que el entonces presidente de la República, Manuel Prado y Ugarteche, promulgara "Día Central del Criollismo", en la plazuela Buenos Aires en los Barrios Altos, se celebra el Día de la Canción Criolla. Pero debido a que se cruzaba con el Recorrido Procesional del Señor de los Milagros, es que se traslada por decisión unánime al último día del mes, es así que se festeja el Día de la Canción Criolla en el Perú. En la fecha, los compositores e intérpretes se juntan en torno de mesas democráticas en las que, junto con las canciones más emotivas del cancionero peruano, se entonan aires de nuestro acervo. Se recuerda a los compositores próceres del criollismo y se brinda con entusiasmo cotidiano. La conmemoración no admite recortes de ninguna naturaleza. El festejo es total.


miércoles, 20 de octubre de 2010

EL HÁBIto


A la difusión del culto contribuyó el esfuerzo de Antonio Lucía del Espíritu Santo, sierva de Dios. Ella vestía de morado, con un cordón blanco. Fundó el Beatario de Las Nazarenas y la congregación vistió como ella. Se dedicaron, entre otras labores, a cuidar la imagen de Pachacamilla. Así, poco a poco, se fue asociando el traje morado al Señor de los Milagros. Desde entonces hasta hoy, los fieles hacen peticiones al Cristo Morado y le prometen, a cambio, vestir de morado por un año o hasta por toda la vida el hábito.

EL TURRÓN



Según cuenta la tradición que su inventora fue una morena, llamada Josefa Marmanillo, una esclava del valle de Cañete. Doña "Pepa" fue liberado porque adolecía de parálisis y prometió al Señor de los Milagros seguir la procesión si la aliviaba de su mal. Durante el primer día de la procesión recuperó milagrosamente el uso de sus brazos y manos. Y esa misma noche, Doña "Pepa" soñó la receta del turrón. Al día siguiente lo preparó y lo repartió entre los pobres de Las Nazarenas. Desde entonces todos los meses de octubre este dulce invade con su aroma toda la ciudad.










el Señor de los Milagros,Cristo de Pachacamilla o Cristo Moreno, recorre las calles limeñas todos los años en el mes de Octubre desde 1687, trayendo consigo bendiciones de unión, esperanza, fervor católico y tradición. En el mes de Octubre la imagen del Cristo crucificado mueve a millones de fieles en procesión. Los fervientes devotos vestidos de morado tratando de emular a las hermanas nazarenas, llevando detentes como símbolo de adhesión y devoción al Señor.

Cuenta la historia que a mediados del siglo XVII un humilde mulato pintó al Cristo crucificado en un paño de muro, dentro del muladar de Pachamilla, una zona donde los negros angolanos se agruparon viviendo en una pobreza absoluta.

El 13 de Noviembre de 1655, a las 2:45 de la tarde se produjo un terrible terremoto en Lima y El Callao, derrumbando Iglesias, sepultando mansiones dejando miles de muertos y daminificados.

Todas las paredes de la cofradía se vinieron abajo, excepto el débil muro de adobe en el cual se encontraba pintada la imagen de Jesús. La imagen quedó intacta, sin ningún resquebrajamiento.